Volvemos a la carga con otra instalación de cámaras de seguridad para monitorizar un puesto del mercado de la Plaza de Abastos.
En este caso, nuestro cliente estaba interesado en controlar toda la zona del mostrador y obrador por lo que solicitó la instalación de dos cámaras de seguridad.
Tras una primer visita determinamos la viabilidad de la instalación estudiando el paso de cableado entre las cámaras y videograbador, intentando que los cables quedasen lo más ocultos posibles.
Aceptado el presupuesto, nos pusimos manos a la obra. Acudimos al puesto horas antes de la apertura para evitar interferir en los quehaceres diarios de los trabajadores y comenzamos la instalación.
Lo primero de todo, tirar la acometida de cableado por encima de los techos de pladur y por conductos de PVC para centralizar la conexión de las cámaras en el videograbador. Hubo alguna zona donde el paso de cable fue más complicado pero, con paciencia, conseguimos conducirlo por donde teníamos previsto.
La primera cámara fue instalada en la zona de atención a público, controlando el mostrador y la caja registradora, tal y como podéis ver en la siguiente imagen.
Tras realizar varios ajustes en la distancia focal, balanceo de blancos, reducción de ruido y otros parámetros… conseguimos una imagen perfecta y nítida de la zona de atención al público.
Normalmente, las cámaras que enfocan a las cajas registradoras sirven para controlar el flujo de entrada/salida de dinero pero también se utilizan para otro propósito muy concreto:
Suponed que el cliente entrega un billete de 20 € y cuando la dependienta le devuelve los cambios este le dice que le había entregado un billete de 50 €. ¿A quién creemos?¿Cuántos casos de estos se han dado donde, ante la duda, se ha tenido que dar la razón al cliente?
Cuando existe una cámara de seguridad de por medio estas dudas quedan disipadas ya que se puede consultar al momento y sin dilación lo que ha ocurrido hace varios días o escasos momentos, resolviendo así un conflicto que podría afectar económicamente a la empresa.
Finalizada la instalación de la primera cámara, realizamos el paso de cableado por tubos rígidos de PVC hasta la ubicación donde iría colocada la segunda cámara:
Este sin duda fue uno de los pasos que más nos costó llevar a cabo debido a la dificultad del paso de cableado por encima de los paneles de madera, los cuales no eran accesibles. Gracias al uso de guías y lubricante especial para cableado, pudimos conducir el cable de red hasta la ubicación definitiva.
El cable que empleamos en todas nuestras instalaciones cuenta con certificaciones por parte del fabricante y cumple la normativa de ser libre de halógenos y sin propagación de llama.
Una vez fijada al techo y, al igual que con la primera cámara, ajustamos todos los parámetros relativos a la calidad de imagen para que el ángulo, brillo, contraste y nitidez (entre otros) permitieran una visualización perfecta del área de trabajo. Siempre bajo la aceptación del cliente, que es quien determina si el ángulo de imagen captado es de su agrado.
Para que os hagáis una idea de la calidad de imagen obtenida por este tipo de cámaras, aquí os dejamos una captura realizada por dicha cámara durante la fase de instalación:
Terminada la instalación y, como en todas las instalaciones de cámaras que realizamos, configuramos el smartphone del propietario para tener acceso a las imágenes tanto en tiempo real como a las grabaciones almacenadas.
Finalmente, se realizaron todos los trámites legales correspondientes al Reglamento General de Protección de Datos: cartel informativo, cláusulas informativas para los trabajadores y usuarios interesados, registro de actividades, contrato de prestación de servicios, etc.