Otro portal más que queda protegido por un sistema de videovigilancia instalado por InfoRepara.
La comunidad de propietarios en cuestión contactó con nosotros en marzo para plantear la instalación de una cámara de seguridad en el portal que pudiera controlar los elementos comunes a la par que servir de sistema disuasorio frente a robos y asaltos en el portal, algo que últimamente está muy de moda en Vitoria.
Tras realizar el estudio de seguridad pertinente, elaboramos el presupuesto y lo transmitimos a la gestoría de fincas que llevaba el inmueble. Días más tarde y ,tras valorar el presupuesto en junta de propietarios, decidieron llevarlo adelante. Este fue el proceso.
La instalación
Antes de partir a cualquier instalación, nos aseguramos de cargar en la furgoneta todas las herramientas y elementos que nos van a hacer falta o presuponemos que vamos a necesitar: taladros, atornilladores de impacto, radiales, herramientas de mano, escaleras, etc. Con esto evitamos pérdidas de tiempo con viajes innecesarios del taller a las instalaciones del cliente y viceversa.
Días antes de la instalación, adquirimos los materiales que serán utilizados: cableado de red, tubo rígido, canaletas, cableado eléctrico, terminales, tornillería, etc.
Con todo cargado, nos dirigimos a la ubicación del portal situado en el barrio de Aranbizkarra y, una vez allí, nos pusimos en contacto con el presidente de la comunidad para que nos facilitase las llaves del cuarto de contadores eléctricos.
Una vez descargadas las herramientas y, antes de empezar a hacer cualquier agujero, siempre planificamos el proceso de instalación, indagando posibles pasos de cable, tomas de corriente, ubicación del armario de seguridad para custodiar el videograbador, etc.
Este paso es sumamente importante para evitar problemas durante la instalación, que aún así pueden surgir, o al menos evitar que puedan quedarse cosas al azar que dificulten algunas de las tareas.
Lo primero que hicimos fue buscar un paso de cable desde la ubicación de la cámara de seguridad hasta el cuarto de contadores donde iría colocado el videograbador. El portal, con al menos 30 años de antigüedad había sido reformado ya que encima del techo falso todavía quedaban apliques de luz y otros elementos que en su momento formaron parte de la estética antigua.
Los tubos corrugados, en su mayoría estaban saturados de cables o podridos lo que provocaba que cualquier tirón rompiera el tubo y no fuera pasar el cable a través del mismo.
Después de varios intentos y con una guía especial, conseguimos habilitar un paso para el cable de red.
Hecho esto, la siguiente tarea consistía en ver de dónde sacaríamos la corriente eléctrica que alimentaría el videograbador y un punto de acceso Wifi que nos permitiría acceder a las grabaciones y configurar el sistema sin necesidad de estar conectados por un cable en revisiones posteriores.
El cuadro eléctrico, anticuado y con claros síntomas de haber sido manipulado varias veces «se caía a cachos». Instalamos un magnetotérmico exclusivo para el sistema de videovigilancia para no tocar y alterar el resto de circuitos del portal y otros elementos comunes.
Con el cable de red pasado desde el portal al cuarto de contadores y con la acometida de cable eléctrico hecha era el momento de instalar el armario de seguridad de acero, el cual custodiaría el videograbador frente a posibles robos.
Este armario de seguridad, de al menos 15 kilos, es un elemento importante en las instalaciones de videovigilancia ya que si alguien consigue hacerse con el videograbador tras cometer un acto delictivo, el sistema de videovigilancia no habrá tenido sentido.
Con varios puntos de anclaje (debido a su peso) y tornillos barraqueros de 10mm de diámetro, el armario de seguridad quedó perfectamente anclado en una de las esquinas del cuarto de contadores. Dentro, el videograbador con su disco duro y el punto de acceso Wifi.
En toda instalación con armario de seguridad para videograbadores, una llave la entregamos siempre al cliente o presidente de la comunidad y la otra nos la quedamos nosotros para posibles mantenimientos o revisiones que hubiera que llevar a cabo.
Finalmente, instalamos la cámara de seguridad en una esquina del portal para conseguir el mayor ángulo de visión posible. Dejamos el cableado conectado e hicimos una breve pausa para proseguir con el siguiente paso.
Y ahora... la configuración
Tras limpiar todos los escombros, trozos de cable y polvo originados por el proceso de instalación (siempre llevamos una escoba y recogedor con nosotros) y, con el suelo fregado, nos dispusimos a realizar la configuración del videograbador, cámara de seguridad y punto de acceso Wifi.
Nuestro compañero, curtido en la materia, configuró el sistema de videovigilancia para realizar una grabación 24×7, balanceo de blancos, brillos, contrastes y otros parámetros para conseguir una buena calidad de imagen.
La configuración fue relativamente rápida. Lo que si nos dimos cuenta fue que, debido a la escasa altura del cuarto de contadores, había que señalizar de alguna manera la ubicación del videograbador para evitar golpes inoportunos.
Aunque este cuarto no es frecuentado de forma habitual, no está de más indicar o advertir de la existencia de algún elemento que podría provocarnos daños si vamos despistados.
Así pues, colocamos una cinta reflectora de alta visibilidad tanto en el armario de seguridad como en los marcos de la puerta para advertir a las personas que tuvieran necesidad de entrar en el cuarto que lo hicieran con precaución.
Y antes de cerrar el armario, el cuarto de contadores y dar por finalizada la instalación, una última prueba para comprobar que todo el sistema funcionaba correctamente: prueba de grabación, condiciones de luz, ángulo de imagen, etc.
Con toda la instalación finalizada, quedaba pendiente el cumplimentar los documentos para el tema legal: el cumplimiento del Reglamento General de Protección de datos.
Nos reunimos nuevamente con el presidente de la comunidad para explicarte todas las cláusulas legales, derechos de los vecinos, notas informativas a repartir por vivienda, registro de actividades, contrato de prestación de servicios entre responsable y encargado del tratamiento, etc.
Y como siempre y último elemento, el cartel de «Zona videovigilada» visible en el exterior de la fachada del portal. Este cartel, elaborado en cartón pluma, además de ser requisito legal e indispensable, sirve como elemento disuasorio para todos aquellos amigos de lo ajeno y maleantes que tengan pensado cometer algún acto delictivo en el portal.