Hoy hemos realizado la instalación de un sistema de cámaras de vigilancia en un céntrico bar de Vitoria-Gasteiz. La instalación ha llevado la totalidad de la mañana pero los resultados obtenidos han superado las expectativas de nuestro cliente.
Previo paso a la instalación se realizó un estudio del local y de los puntos críticos que nuestro cliente quería proteger: zona de barra, cajón portamonedas, cocina, etc.
Determinamos que la solución a implantar constaría de 6 cámaras IP y un videograbador con capacidad suficiente para almacenar las grabaciones durante varios días, sin superar lo establecido por el Reglamento General de Protección de Datos.
Así transcurrió la instalación…
Preparando el material
Antes de llevar el material a las instalaciones de nuestro cliente fue necesario realizar una preparación previa para facilitar el trabajo posterior.
Empezamos presentando el material en nuestro taller y comprobando que no presentara defectos o golpes superficiales antes de proceder con los preparativos. Comprobamos las lentes, cableado, conexiones ethernet de cada cámara, etc.
También revisamos el estado SMART del disco duro ya que es una de las piezas más fundamentales en un sistema de videovigilancia. Su cometido no es otro que el de almacenar los fotogramas captados por las cámaras y generar las secuencias de vídeo necesarias para la reproducción. Inspeccionar este componente es vital para asegurar que las grabaciones se almacenen correctamente.
Comprobados todos los elementos, procedimos a instalar el disco duro, un WD de 6 TB Surveillance Edition (especial para videovigilancia) en el interior del videograbador. Para ello, simplemente tuvimos que atornillarlo y conectar los cables de datos y alimentación.
El disco debe quedar bien sujeto al chasis del videograbador ya que este, por la rotación mecánica de sus platos interiores, genera una vibración que no debe propagarse al resto de componentes además de evitar el propio movimiento del disco.
Una vez preparados el videograbador, disco duro y cámaras, procedimos a realizar el conexionado de todos los elementos simulando la situación en la que serían instaladas las cámaras en el bar de nuestro cliente.
Este videogrababador de la marca Dahua, con capacidad de conexión de hasta 8 cámaras, integra un switch POE que permite tanto comunicar las cámaras con el videograbador como suministrar la energía que necesitan para su funcionamiento utilizando para ello un único cable: el de red. Como os podéis imaginar, esto facilita la instalación a nivel técnico ya que solo es necesario pasar un único cable en vez de dos como se hacía antiguamente (vídeo y alimentación). Además, supone un ahorro en el presupuesto ya que se puede prescindir del uso de una bobina de cable de alimentación.
Tras inicializar el asistente de configuración básica del videograbador, agregamos las 6 cámaras en red y comprobamos que eran accesibles gracias a la previsualización de la imagen de cada una de ellas.
En este momento no configuramos ningún parámetro de imagen puesto que dicha configuración depende de las condiciones de luz donde se vayan a instalar cada una de las cámaras. Así pues, los parámetros difieren en función de la existencia de luz halógena, flexos, situaciones de contra-luz o zonas oscuras, ubicación en interior o exterior, etc.
La instalación en el bar
Habida cuenta de que la instalación de un sistema de cámaras de vigilancia supone que los técnicos tienen que usar y mover escaleras, herramientas, bobinas de cable, etc. siempre se busca poder realizar la instalación en un día donde no haya ni trabajadores ni clientes. No solo por comodidad, sino por la seguridad de todos pues puede haber tropiezos y caídas nada agradables.
Nada más llegar, seleccionamos las herramientas que necesitaríamos y presentamos el material a instalar encima de la barra del bar.
Y tras realizar un resumen con nuestro cliente del proceso y de dónde se ubicarían las 6 cámaras, comenzamos con la instalación.
Primero instalamos el cable de red rígido categoría 6 UTP de color negro (mismo color que el techo para que se disimulara lo máximo posible) hasta los puntos donde se instalarían las 6 cámaras. Crimpamos los terminales de red RJ45 correspondientes de cada cable y mediante un tester comprobamos que el cable no tuviera cortes y los hilos estuvieran ordenados correctamente.
Instalamos el videograbador y comenzamos a conectar el cableado de cada una de las cámaras. Tras la conexión de cada cámara, comprobamos que la transimisión de vídeo entre el videograbador y cámara se percibiera de forma fluida y sin cortes.
Teniendo en cuenta que cada cámara se encontraba ubicada en diferentes zonas con distintas condiciones de luz (flexos, luces halógenas, etc) se parametrizaron los ajustes necesarios para conseguir una calidad de imagen óptima: balanceo de blancos, nitidez, contraste, saturación, gama de colores, reducción de ruido, etc.
Al finalizar la instalación, configuramos los parámetros del videograbador tales como el horario de grabación continua, detección de movimiento con aviso por e-mail al propietario del bar, etc. Además, se realizaron las configuraciones necesarias en el router de fibra para permitir el acceso en remoto a las imágenes y grabaciones en tiempo real.
Cuando presentamos algunas de las capturas de prueba que habíamos hecho durante el proceso a nuestro cliente, este quedó asombrado de la calidad y nitidez de las imágenes.