¿Cuántas veces has perdido la paciencia esperando a que el ordenador termine de arrancar o ejecutar alguna aplicación? ¿Tienes un ordenador con un procesador potente y buena memoria ram pero el rendimiento no es el que esperabas? Has llegado al lugar correcto, te explicamos por qué deberías actualizar el disco duro de tu ordenador a un SSD.
Antes de nada, vamos a explicar qué es un SSD. Atendiendo a su definición, se trata de un dispositivo de almacenamiento de datos que utiliza memoria no volátil (al igual que los discos duros tradicionales). Sin embargo, la gran diferencia con respecto a estos, es que los SSD utilizan memorias de tipo flash en lugar de platos o discos magnéticos.
Ya por este simple hecho, los SSD gozan de una serie de ventajas por las que merece la pena pagar. ¡Os las resumimos!
Ventajas
Rapidez:
Sin lugar a dudas, esta es la principal razón por la que un usuario decide migrar a un SSD. En los discos tradicionales, la lectura de la información consta de varios tiempos: movimiento horizontal del brazo mecánico, el cual contiene la cabeza lectora, giro del plato hasta que la información pasa por debajo de la lente y lectura de la información mediante magnetismo. Estos tiempos pueden verse incrementados si nuestro disco duro está muy fragmentado, lo que significa que la información está dispersa por el plato y la lectura no puede ser realizada de manera secuencial.
Por este motivo, se recomienda realizar un proceso de desfragmentación para conseguir que toda la información esté secuenciada permitiendo así una lectura más eficiente. Sin embargo, al tratarse de un componente mecánico, este se encuentra sujeto a una pérdida inevitable de rendimiento con el paso del tiempo. En función del tipo de disco duro, los hay con mayor o menor número de revoluciones por minuto. Así pues, los más normales en el mercado son de 5.400rpm, 7.200rpm y 10.000rpm. Cuanto más alto es el valor de las rpm, más rápido gira el plato con lo que la lectura es más rápida. No obstante, a mayor rpm, mayor es el ruido y vibración que genera el disco duro.
Bien, volviendo al tema. En un disco SSD esto no ocurre, ya que la información se guarda en chips de memoria y no existe un movimiento mecánico. Es como si fuera un pendrive de gran capacidad. Al no haber tiempo de retardo, el rendimiento de cualquier ordenador con un SSD se ve incrementado de manera notable.
Os recomendamos ver el siguiente vídeo para que veáis la diferencia entre dos ordenadores con el mismo hardware pero uno con un disco duro mecánico y otro con un SSD:
Consumo energético:
Los discos SSD necesitan menos energía que los discos duros mecánicos, pues estos últimos, demandan un mayor amperaje (sobre todo en el arranque) para hacer funcionar el motor, brazo mecánico, etc. Lo que significa que si cambias el disco duro de tu portátil por un SSD, notarás que la autonomía de la batería es mayor.
No requieren de mantenimiento:
Es decir, no es necesario desfragmentar un SSD. De hecho, no se debe hacerlo ya que acorta la vida útil del mismo. Los discos de estado sólido (SSD) basan su vida útil en la cantidad de información que pueden llegar a escribir. Así pues, en las especificaciones de la gran mayoría de estos discos, los fabricantes indican cuantos GB o TB un SSD puede llegar escribir para considerar que ha llegado al final de su vida útil.
De hecho, ayer mismo tuvimos un cliente con dos SSD los cuales habían llegado al fin de su vida útil y presentaban fallos:
Desventajas
A primera vista se puede pensar que todo son ventajas, pero e aquí algunos de los inconvenientes más importantes:
Capacidad:
A diferencia de los discos mecánicos tradicionales, los cuales a día de hoy ya van por capacidades de 10 TB, los SSD llegan como mucho hasta 2 TB. Lo normal hoy en día para quienes optan por un SSD, es disponer de uno de 120, 250 o 500 GB de capacidad. Si necesitas almacenar mucha información (por encima de los 500 GB) y no quieres gastarte mucho dinero, te sugerimos como alternativa que tengas un segundo disco duro (mecánico por ejemplo) interno/externo para el almacenamiento de los datos que más ocupen.
Precio:
Aún a pesar de ser claramente una tecnología de futuro la cual debería ser integrada por todos los fabricantes y que lleva ya tiempo consolidada en el mercado, los precios son muy superiores a los de los discos duros mecánicos.
Así pues, el precio medio de un disco de 250 GB ronda los 70-120 €, mientras que un disco duro mecánico de 500 GB cuesta alrededor de 55-65 €.
¿Cómo saber si necesito un SSD?
Muy fácil. Responde a las siguientes preguntas:
-
Cuando enciendes y/o trabajas con tu ordenador ¿notas que va lento a pesar de tener un buen procesador y memoria ram?
-
¿Te dedicas al diseño gráfico o edición de vídeo y las aplicaciones que utilizas generan gran carga de datos sobre el disco duro?
-
¿Te desplazas habitualmente con tu ordenador ya sea por trabajo, estudio u ocio?
Si has respondido sí a alguna de ellas, entonces te aconsejamos actualizar tu disco duro a un SSD. ¿Por qué?
-
La carga de aplicaciones, sistema operativo y datos, se realiza siempre desde el disco duro con lo que aun a pesar de que el resto de componentes sean rápidos, el disco duro será el cuello de botella a la hora de leer y escribir información.
-
Aplicaciones de diseño como Catia, Photoshop, Autocad, Siemens NX, Sony Vegas, Adobe Premier, etc… hacen un gran uso de CPU, memoria ram y tarjeta gráfica, pero también del disco duro. Sobre todo si se está trabajando con vídeos de gran calidad o fotografías de alta resolución. Es por ello que la transferencia de datos con el disco duro debe estar en sintonía con el rendimiento del resto de componentes.
-
Por experiencia sabemos que los desplazamientos de ordenador portátiles casi siempre llevan consigo golpes, roces, caídas, etc. El hecho de tener instalado un SSD evita que puedas perder toda tu información si tu portátil sufre una caída o un golpe fuerte.
¿Te ha quedado alguna duda?
Pues para eso estamos. Puedes llamarnos cuando quieras o escribirnos a través de nuestro formulario de contacto. Estaremos encantados de atenderte.
¿Quieres ver una demostración real? Pásate por nuestro taller y pregunta a cualquier técnico. Te quedarás asombrado con el rendimiento de un SSD.