El objetivo de la videovigilancia no siempre consiste en captar fechorías o actos delictivos que puedan ser usados como prueba en una denuncia o juicio, sino que también puede servir para controlar o vigilar a mascotas y personas mayores.
Este segundo caso es el que nos ocupa en esta publicación y ha sido encomendado por nuestro cliente al darse la necesidad de monitorizar a un familiar de avanzada edad. El objetivo perseguido consistía en poder saber si su familiar se encontraba bien a diferentes horas del día y, en caso de presenciar alguna caída o golpe, poder hablarle a través de las cámaras para comunicarle que la ayuda estaba en camino.
El proyecto comenzó con la inspección visual del domicilio donde residía el familiar para poder determinar la ubicación de las cámaras en base a distancias, alturas, ángulos de visión a captar, fuentes de luz directas a través de las ventanas, etc. La solución escogida pasó por la implantación de cámaras domésticas de gran calidad, con micrófono y altavoz incorporado y capacidad de visión nocturna mediante LED infrarrojo.
La alta calidad de la imagen obtenida por las cámaras permitía a nuestro cliente conocer perfectamente en qué estado se encontraba su familiar, así como verificar si esta persona había tomado o no la medicación correspondiente.
Os dejamos unas imágenes de la instalación de estas cámaras de monitorización que, por motivos de privacidad, se encuentran pixeladas casi en su totalidad para preservar la intimidad de nuestro cliente.