Cada día es más frecuente oir, a través de los medios de comunicación, la cantidad de robos que ocurren tanto en domicilios particulares como en empresas. Es por ello que hoy en día se ha puesto de moda la instalación de sistemas de seguridad que protejan tanto a las personas como a los bienes tangibles.
La respuesta es variable en función del tipo de sistema que se vaya a instalar: se puede instalar un sistema de videovigilancia compuesto por cámaras de vídeo en circuito cerrado, se puede colocar un sistema de seguridad compuesto por una centralita de alarma y sensores para la detección de movimiento/presencia o se puede realizar una combinación de ambos sistemas obteniendo así un poderoso mecanismo de protección.
Sistemas de videovigilancia
Los sistemas de videovigilancia son sistemas que se componen normalmente de:
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Videograbador: elemento donde se almacenan las imágenes grabadas y desde el cual se centraliza la conexión de todas las cámaras de seguridad. Permite definir el comportamiento para cada situación: grabación durante la jornada laboral, detección de movimiento fuera de horario con disparo de alarma y envío de correo electrónico, etc.
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Cámaras de seguridad: son los dispositivos que realmente realizan la captación de imágenes para su posterior envío y procesamiento al videograbador.
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Medios de transmisión: lo que comúnmente se conoce como «cableado», es decir, la infraestructura necesaria para permitir la comunicación y la transferencia física de la información.
Existen varios tipos de sistemas de videovigilancia en función de las necesidades del cliente: smas. analógicos, HD-CVI, HD-SDI, IP, etc… Cada sma. tiene sus ventajas e inconvenientes y es por ese motivo por el que suele ser necesario un estudio de la zona y de las ubicaciones que se desean proteger. De esta manera, se puede asegurar que la instalación sea completamente efectiva.